la mayoría de los encuentros entre Amos y esclavos son esporádicos, temporales, sesiones de unas horas, encuentros a veces superficiales, si puede existir eso en el bdsm. sin embargo en un entrenamiento prolongado se llega a un punto en el que las ataduras ya no son necesarias. el control del Amo las hace superfluas. educado en obediencia cada vez más profunda se llega a un punto en el que no obedecer se hace imposible. ¿para qué las ataduras entonces? sólo para el disfrute el Amo, porque a El le gusta. no hay otra razón.
llega un momento en que todo es por y para el gusto del Dueño: lo que el inferior lleva, cómo se comporta, lo que dice, cómo actúa. nada se le escapa porque El se vuelve el centro alrededor del que gira toda la vida del inferior.
martes, 29 de mayo de 2018
FdD nada se escapa
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