el bdsm en general fuerza el cuerpo, lo lleva hasta el extremo, lo violenta, dobla, moldea, lo vuelve maleable. en el proceso es más posible que se rompa el alma a que se rompa el cuerpo, porque el fin último es someter la personalidad, sometiendo el cuerpo; someter el interior utilizando el exterior. somos una unidad que está íntimamente vinculada. olvidarnos de una parte es olvidarnos del todo. la cultura judeocristiana separó el cuerpo y el alma, ensalzando una y desdeñando el otro. algunos practicantes del bdsm hacen lo mismo, creyendo que pueden usar el cuerpo y que eso no tendrá influencias en su interior. craso error. hay una conexión, una unión entre ambas y creer que no hay influencia es una equivocación. cuando moldeamos el cuerpo estamos moldeando el interior. cuando atamos lo de fuera estamos atando lo de dentro. cuando el cuerpo obedece, el alma deja de ser libre. ese es el objetivo y cualquiera, inferior o Superior, que no sea consciente de esto está dando palos de ciego.
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