día 2986 de esclavitud, 958 de castidad

han pasado pocas cosa hoy, a nivel bdsm. por la mañana trabajando en el trabajo y por la tarde trabajando en casa. parece la perfecta vida de un esclavo, pero no lo es. a pesar de ello esto ha estado reflexionando mucho sobre una serie de cosas que han pasado últimamente. la primera es que ayer hubo otra reunión de Leather Social Madrid, el grupo de lederones que se reúne regularmente en un bar de madrid de manera informal, vestidos de cuero, para socializarse. como el objeto está tan lejos no pudo ir, y se ha preguntado, como en otras ocasiones, si estando más cerca iría. para un objeto como esto, tantos humanos superiores vestidos de cuero puede llegar a ser intimidante, muy intimidante. tanta autoridad, tanto poder, sería sin duda abrumador. en otras ocasiones, hablando con el Dueño, ha quedado claro que no tendría sentido que fuera el objeto solo, simulando codearse de tú a tú con tanto humano. sería contranatura en estos momentos. sólo siendo llevado por el Dueño habría alguna posibilidad de ir. irónicamente eso tranquiliza al objeto, porque en ese entorno y en esa circunstancia, sería el Dueño quien hablaría todo, quien intervendría y el objeto sería eso, un simple objeto. lo interesante es que esta experiencia sería extrapolable al resto de la vida del objeto. ¿por qué razón tendría esto que hablar en cualquier reunión humana? el Dueño ha dejado claro que el silencio es una norma de vida de esto. esto no tiene derecho a hablar, no tiene derecho a opinar. entonces tampoco tiene derecho ni obligación de mantener una conversación por educación o hablar esas charlas sin sentido que sólo sirven para no tener que soportar el silencio. el objeto vive en el silencio, igual que vive en castidad, en sumisión y en obediencia. son los pilares de su existencia y a ellos se debe.
hoy esto recibió un mensaje de un esclavo, o sumiso, del que ha hablado en alguna ocasión en el blog. se puso en contacto con el objeto, después de conocerlo cuando aún creía ser humano, para decirle que necesita entrenamiento y que suplicaba que le enseñara. era una situación nueva, la posibilidad de que el Dueño tuviera otro esclavo. la auténtica sumisión es algo tan raro y tan valioso, tan escaso, que no hay que perder ninguna oportunidad de desarrollarla. esa es la filosofía del Dueño y por tanto del objeto. mantuvo el objeto una serie de conversaciones con él, incluso llegaron a verse en persona. no hacía más que reiterar su necesidad de someterse y de ser esclavizado, pero al final se ha demostrado que era un bluf. esto no duda de su necesidad pero también, hoy, ha quedado demostrado su temor a entregarse completamente a eso que sentía. está este inferior, si lo es realmente, sumido en el círculo del deseo reprimido, deseo compulsivo, satisfacción del deseo, culpa y deseo reprimido de nuevo. hasta que no rompa este círculo no va a poder desarrollar su auténtico ser y será alguien infeliz.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.