martes, 13 de marzo de 2018

día 2980 de esclavitud, 952 de castidad

el trabajo vuelve a tener al objeto como secuestrado porque casi no puede pensar en otra cosa, ni hacer otra cosa, ni ver otra cosa. si el objeto se descuida puede quedar absorto por el entorno. cuando eso ocurre el Dueño centra al objeto. de hecho parece que sabe cuando se siente así, y entonces dos palabras suyas son suficientes.
lo que sí ha notado el objeto es que sus mensajes, sus palabras, las del Dueño, entran de forma directa a la mente del objeto, a su interior. delante del Dueño el objeto se siente desnudo, indefenso. El tiene el control completo y absoluto.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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