hay días en los que hay mucho que contar y días en los que no hay nada. hoy es uno de los segundos. ojalá toda la vida fuera una sucesión de acontecimientos alucinantes, de una especie de película porno, pero no lo es. el objeto estuvo en casa todo el día, haciendo cosas que tenía que hacer para poder estar más o menos centrado durante la semana. eso sí, el Dueño siempre estuvo en la mente del objeto y centró gran parte de sus reflexiones. aunque quisiera parece que no puede apartarlo de ahí, de su mente, donde está permanentemente.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario