sábado, 3 de febrero de 2018

día 2942 de esclavitud, 914 de castidad

uno de los argumentos más recurrentes que el objeto ha encontrado cuando alguien se acerca al bdsm pero no desea entrar es "por si le gusta demasiado y entonces ya no quiere otra cosa". siempre le ha parecido que el miedo nunca puede ser un argumento para hacer, o no hacer algo, pero hasta cierto punto lo entiende. porque hay ciertas puertas que, cuando se cruzan, ya no tienen marcha atrás, ya no se puede volver, y posiblemente esto sea una de ellas. incluso habiéndose metido de lleno en una relación de Dominación/sumisión hasta el punto de estar en el nivel más bajo de la escala, el objeto empieza a percibir algo de lo que encierra este miedo. una vez el Dueño mostró al objeto su auténtica naturaleza y le dio la posibilidad de vivir en ella, ya no hubo retroceso, vuelta atrás. fue una especie de salto en el vacio porque el Dueño se convirtió en el centro de todo.
un ejemplo tal vez sea lo más ilustrativo. siendo consecuente con lo que es, si el Dueño no estuviera ahí para controlarlo, el objeto tendría que lamer las botas, en un encuentro o bar leather pongamos por caso, no sólo de los Amos, sino también de los sumisos, esclavos y cualquiera que estuviera allí porque al estar en el nivel más bajo, todos son Superiores. igual que no podría rechazar o desobedecer la orden de un Superior, por lo tanto, de nadie. una vez convertido, aunque más bien debería decir, una vez descubierto que el objeto es un objeto con apariencia humana, sólo la orden del Dueño de "nadie te pisa salvo yo y quien yo decida" evita que efectivamente el objeto sea pisado permanentemente.
el objeto entiende que esta reflexión pueda parecer extraña, como muchas cosas en el blog últimamente, especialmente para aquellos que no están introducidos en las profundidades del bdsm pero es lo que vive y así lo escribe. cualquier lector podría decir que eso significa perder la dignidad, pero el diccionario define dignidad primero como cualidad de digno y más adelante "gravedad y decoro de las personas en la manera de comportarse". al no ser una persona sino en apariencia, el objeto no tiene dignidad, al menos como la define el diccionario. pero es que además si buscamos dino, por lo de "cualidad de digno", lo define como "merecedor de algo. correspondiente, proporcionado al mérito y condición de alguien o algo". por tanto ya puede afirmar el objeto que ni tiene dignidad ni es digno de nada.
a algunos puede parecerles terrible, pero para un objeto, para este objeto, es liberador. ¿de donde vienen todos los problemas? sin duda del deseo, como dicen los budistas, y de la falsa visión de uno mismo. las discusiones, los enfrentamientos, los conflictos entre personas vienen porque unos se consideran superiores a otros, porque unos quieren los que tienen otros o lo que no tienen. eliminado el deseo y eliminadas las diferencias, las jerarquías, no hay conflicto posible. por eso es liberador. desde luego el objeto vive mejor desde que es un objeto, desde que su único deseo es servir y obedecer al Dueño. y los pocos momentos de frustración y dolor que siente es cuando salen esos restos humanos de una educación como humano que no llena, ni satisface, ni produce felicidad, sino dolor y sufrimiento.
por eso el objeto no parará nunca de darle las gracias al Dueño y sabe que El es la piedra firme que mantiene al objeto. sin El el objeto no podría vivir.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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