en la vida de cualquier ser hay dos formas de perderse. la primera es cuando no sabes donde estás ni cual es el camino que debes recorrer porque tampoco sabes a dónde vas. esta es una muy común forma de estar perdido. de hecho la mayoría de la gente está en esta situación y deja que las cosas les pasen y ocurran. a nadie le gusta admitir que no sabe dónde está y por eso se dedican tantos esfuerzos y energías en disimular este hecho. el ego aprevecha esta situación, siendo justamente el estado ideal para que actúe y haga de las suyas.
la segunda forma de perderse es justamente la contraria, cuando sabes donde está y tienes una dirección clara. eso permite que te relajes, que te dejes ir de vez en cuando, que no vivas en tensión permanente. cuando estás centrado puedes bajar todas las barreras, todas las defensas, y sencillamente dejarte fluir. saber cuál es tu lugar en el mundo, tu lugar en el universo, es vivir centrado y equilibrado. esa es la sensación que tiene el inferior cuando está a los pies de su Amo, del Superior que lo guía y le enseña su lugar, su puesto, su espacio. aquí, más que nunca, cobra sentido la definición de felicidad que daba aristóteles, que casa cual se comporte según su naturaleza. esa es la auténtica felicidad y no puede haberla si no encuentras tu lugar en todo este espacio confuso y caótico. sólo entonces podrás perderte de verdad.
miércoles, 3 de enero de 2018
FdD perderte
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