el chat de la quedada de cuereros sigue en marcha y el objeto se mantiene en un discreto segundo plano, no porque no tenga qué decir, sino porque se siente abrumado con tantos Superiores y su función es la que es: un objeto. parece una contradicción pero al objeto le gustaría socializarse en este grupo como lo que es, un objeto sin nombre ni rostro. por eso debería ir a las quedadas amordazado y encapuchado, sirviendo las copas, atendiendo a tantos Amos y Superiores, repartiendo algo de comer... cualquier cosa que significara servicio, sumisión y obediencia. por supuesto todo esto se haría con la supervisión del Dueño, con su control.
tal vez el Dueño lo quera sujeto por una correa, sentado siempre a su lado, o de rodillas. por supuesto no se imagina el objeto yendo solo, y mucho menos sin algún signo de sumisión, tal vez el nuevo collar y los nuevos grilletes. en cualquier caso la experiencia es la de formar parte de algo, de un grupo, de una comunidad, de una serie de personas con las que tienes algo en común.
el objeto se analiza y analiza esto que ha escrito y se pregunta si no será una cuestión de timidez esto de querer ir amordazado y encapuchado. pero no es así porque el resto del tiempo, en otros entornos, el objeto es muy sociable, excesivamente a veces. es que en lo más profundo de su ser ya no se siente humano, sino un objeto, sin identidad ni palabra, solo obedeciendo y sometido. ¿será la gente del grupo capaz de aceptarlo así?
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
miércoles, 24 de enero de 2018
día 2932 de esclavitud, 904 de castidad
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