cada vez que habla con el Dueño, el objeto siente como si le quitara la ropa y lo desnudara, lo tirara al suelo y lo follara sin tocarlo, y le objeto no pudiera hacer nada, porque no hay nada que hacer. hace ya algún tiempo que el objeto siente que no hay barreras entre el objeto y el Dueño. inmediatamente el Dueño entra a lo más profundo sin consideración, sin pasión y sin permiso; porque no lo necesita.
después de un intercambio de mensajes hablaron Dueño y objeto por teléfono. la conversación fue brutal porque el Dueño puso sobre la mesa cuatro cosas claras. el Dueño ha dejado claro que todo lo que el objeto es, tiene, hace, usa o piensa, es de su propiedad, le pertenece. le dijo que cuando hace siete años lo conoció personalmente y lo vio tan perdido decidió cogerlo y llevarlo a donde ha querido, es decir, a donde está ahora. el Dueño cogió un objeto roto, tan roto que ni sabía que era un objeto, y lo ha llevado hasta el punto en el que no sólo sabe lo que es sino que me vive acorde con ello. ha sido un proceso largo y difícil en el que el Dueño ha invertido muchas energías y mucho esfuerzo.
parte fundamental de este proceso es el paso que está dando ahora, usar la mordaza física. el Dueño también hizo referencia a eso. dijo que junto con las botas era uno de sus mayores fetiches y la razón es que es una de las cosas más humillante que se le puede hacer a alguien, porque es condenarlo al silencio. la mordaza es la representación fisica de ese silencio. en el silencio no se puede dar la opinión, ni hay decisión, no hay libertad.
una de las cosas que más sorprende al objeto es el hecho de que todo parecía preparado, programado, organizado, planeado. no puede imaginarse un plan tan elaborado que lleve los 7 años de esclavitud que el objeto lleva perteneciendo al Dueño. la cuestión es que, desde hace mucho tiempo el objeto se despide del Dueño con una frase: "sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega". ayer el Dueño le dijo que siempre quiso un objeto amordazado, enjaulado y botero; amordazado en silencio, enjaulado en castidad y con botas por obediencia y por más cosas. lo último, la obediencia ciega,no es solo por las botas sino por cualquier cosa que ordene el Dueño. el objeto existe para servile y obedecerle. por tanto ahora vive lo que esa frase pregonizaba. no sabe si ha sido planeado o no pero sabe que ahora es así.
el Dueño luego situó al objeto con respecto a otro tema que se ha agudizado últimamente. al objeto cada vez le resulta más duro, habiendo tomado conciencia de ser un objeto, vivir en el mundo de los humanos como uno de ellos. cuando lo tratan como un humano porque le confunden con uno crea ansiedad y hasta dolor en el objeto. es el problema de abrir una puerta, que luego no se puede cerrar. hay que aprender a vivir con ella abierta.
es una experiencia que el Dueño no tiene pero que ha comenzado a comprender y hoy ha ayudado al objeto. la solución es sencilla: todo lo que hace, vive y siente el objeto lo vive, hace y siente porque el Dueño así lo quiere y lo permite, es su deseo. por tanto el objeto en todo momento está obedeciendo y como propiedad del Dueño tiene que hacer lo que El ordena y no sentirse mal por ello.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
viernes, 1 de diciembre de 2017
día 2878 de esclavitud, 850 de castidad
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