domingo, 26 de noviembre de 2017

día 2873 de esclavitud, 845 de castidad

la mañana fue muy intensa porque Dueño y objeto mantuvieron una conversación profunda, muy profunda. fue una de esas conversaciones que empiezan más o menos normal pero que va yendo cada vez más y más abajo, y entonces empiezan a pasar cosas, normalmente porque el Dueño las dice y se van haciendo reales.
hoy el Dueño ha dado un paso más. para hacer realidad lo de ayer: "Tienes que aprender a vivir en silencio", el Dueño ha ordenado que el objeto se amordace y permanezca amordazado todo el tiempo que permanezca solo. el objetivo es que el objeto necesite la mordaza como ha llegado a necesitar la jaula. efectivamente el objeto se siente ya desnudo cuando tiene que quitarse la jaula, para ir al médico, por ejemplo, pues se trata de que con la mordaza sea igual.
al principio costará mucho, como pasó con la jaula, que era algo extraño y que costaba integrarlo hasta que se ha convertido en parte del cuerpo del objeto. lo que pretende es que ocurra lo mismo con la mordaza, "Que desees llegar a casa para amordazarte", ha dicho el Dueño.
y cuando parecía que no podía ir más allá, dijo que a partir de ahora el objeto vivirá amordazado y sólo le quitará la mordaza para beber y comer. el resto del tiempo tendrá puesta una que elegirá El. mientras no está en su presencia el objeto tendrá que hablar en el trabajo pero se tiene que acostumbrar a llevar mordaza.
al Dueño le molestaba el pene del objeto y ya hace casi dos años que no lo ha visto porque está enjaulado. ahora le molesta que el objeto tenga boca y hable, por eso le pondrá otra "jaula" que es la mordaza el Dueño está decidido hasta el punto de dormir también con ella.
a partir de ahora el Dueño le dirá al objeto la ropa que debe llevar, las botas y la mordaza a usar. durante el día el objeto se la podrá cuando pueda y le dirá al Dueño si lo ha hecho y durante cuanto tiempo.
ahora el objeto puede usar dos mordazas, la de pene de goma y la cinta americana. al Dueño le gusta más la segunda y especialmente si es negra.
el Dueño dio permiso al objeto para ir esta tarde al yumbo a ver si encontraba otra mordaza al menos para poder intercambiar. y el objeto fue. su embargo en las dos tiendas "especializadas" dedicadas al público gay las únicas mordazas que había eran caras y muy pequeñas para el objeto. parece increíble pero así es, es como si la gente grande no pudiera ser esclavo.
fue un poco decepcionante y el objeto ya se iba cuando encontró abierto un sex-shop dedicado al mundo hetero. entró y encontró una mordaza de bola de mala calidad, y barata pero el objeto la compró y, desde el coche, mandó una foto y un video al Dueño, que dio su aprobación. el objeto hizo todo el viaje de vuelta amordazado.
el Dueño ordenó que el objeto permaneciera toda la tarde con esa mordaza, que al final fue una tortura porque el objeto no paraba de babear a través de la bola. además el objeto tuvo que ponerse las botas y el collar.
es un nuevo paso hacia la objetificación radical. primero fue la castidad forzada y forzosa, y ahora el silencio. el Dueño no quitará la mordaza al objeto cuando esté en su presencia. "Sólo para comer y beber", dijo.
aunque pueda parecer lo contrario, este silencio impuesto puede ser más duro que la castidad. uno no está follando todo el día, pero prácticamente está hablando todo el día. pero el objeto no tiene opción, tiene que obedecer. ese es el objetivo final, obedecer y obedecer, sin pensarlo, sin resistencias, sin opinión.
el objeto ha bajado otro escalón o mejor dicho el Dueño ha acercado al objeto a la mazmorra, a su encierro definitivo. el objeto aprenderá a necesitar estar amordazado, a no poder no estarlo. igual que con la jaula ya no podrá estar sin ella.
cuando llegó a casa después del yumbo siguió con la mordaza de bola un par de horas hasta que le hizo un poco de daño en los labios. cuando se la quitó fue a buscar un trozo de cinta americana y se la puso en la boca. ya está sintiendo el efecto, ya empieza a no poder estar sin una mordaza.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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