martes, 14 de noviembre de 2017

día 2861 de esclavitud, 833 de castidad

el objeto ha tenido un día terrible hoy, uno de los más duro en mucho tiempo, y por una única razón: el ego. todo aquello que se ha ido gestando durante un tiempo a escondidas en el trabajo promovida por el ego y su efecto más inmediato, el orgullo. pues hoy todo eso explotó y como suele ocurrir con el ego, lo hizo de la forma más burda y poniéndose en evidencia. fue en una reunión y tres personas, que se habían retroalimentado perdieron los papeles. el objeto respondió con calma y tranquilidad, porque su ego no estaba en juego, ni siquiera apareció. intentaron estas personas imponer su criterio mediante la forma más común, levantando la voz y no dejando hablar a los demás. el objeto dejó que hablaran para ponerlas en evidencia, y después les contestó de una forma calmada y tranquila. estaba nervioso, porque era una situación tensa, violenta, y al objeto la única "violencia" que le interesa e importa es la que pueda ejercer el Dueño con su propiedad, pero tuvo que pasarlo y estar ahí. marcó límites y dejó las cosas claras, o al menos eso cree, aunque sabe que no es más que una batalla. el ego nunca se da por vencido, pero puede ser domado, y esa es la tarea a la que se va a dedicar el objeto con este grupo de personas. la ira, el rencor y la venganza, también son frutos del ego así que el objeto trabajará para dejarlas a un lado, pero tiene una orden del Dueño de no dejarse pisar por nadie, salvo por El y por aquellos que El decida. y el objeto se debe a esa orden. y el objeto vencerá en esta guerra porque no es nada y no tiene nada, por tanto no puede perder nada. luchar contra un enemigo que no tiene nada que perder no es una lucha, es un fracaso porque siempre perderás tú. es una enseñanza constante a lo largo de la historia de la humanidad. la mayoría de la gente no entiende la dinámica bdsm y no entiende que cuando intentan humillar a alguien que vive de la humillación, lo están reforzando, lo alimentan, le hacen más fuerte.
el objeto se ha dado cuenta de que en la mayoría de las relaciones sociales, entre los humanos, el recurso al ego, al orgullo y el miedo a la humillación son los tres instrumentos principales que usan para conseguir sus fines. la gente hace cosas para que no las critiquen, para que no las consideren menos o inferiores, o porque quieren ser más y tener más poder. nada de eso funciona con un inferior, con un objeto. ninguna de esas cosas produce un efecto en un objeto, a menos que quede algún rasgo de ego, y entonces estas tres cosas le vienen bien. para el resto del mundo, ser un inferior es ser un perdedor y el miedo a ser un perdedor es el motor de la mayoría. pero el objeto está orgulloso de serlo, se dedica a serlo, desea serlo, trabaja y curra para serlo, para ser un inferior. ¿qué pueden hacer estas personas contra eso? nada. se estrellan contra un muro. no entienden determinadas respuestas. no comprenden determinados comportamientos. el objeto tomará toda esta situación como un aprendizaje, como parte de su entrenamiento, para mejorar en el servicio del Dueño. cada vez que intenten humillar al objeto internamente dará las gracias por tener la oportunidad de empequeñecer aún más al ego, y luego obedecerá al Dueño no dejándose pisar.
como decía el objeto no tiene nada que perder. de hecho, después, cuando todo pasó, el objeto recordó una frase que le dijo el Dueño apenas hace una semana y poco. le dijo que estaba donde estaba porque Él así lo había ordenado y que su vida real no estaba en canarias sino en madrid bajo sus botas. es una nueva paradoja del bdsm: vivir una vida en esclavitud voluntaria es una froma de vivir una vida auténticamente libre.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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