traumático. aunque sea un poco melodramático tal vez esta sea la palabra que mejor define la vuelta del objeto al mundo lejos del Dueño. estar este fin de semana largo sirviéndolo ha sido como volver a respirar de nuevo, a ser uno mismo. pero ahora toca volver y cada vez se hace más difícil. después de haber estar en silencio, aislado y sometido a la voluntad del Dueño recuperar cierta autonomía, aunque sólo sea aparente, se hace muy duro, excesivamente duro. nada ha cambiado realmente, bueno, salvo tal vez una mayor profundización en la sumisión. la experiencia de la capucha de latex ha sido determinante, muy potente, y ha dejado al objeto marcado, con un camino bien claro que recorrer. es el camino de la despersonalización y de la objetificación. cada vez el objeto está más convencido, y aunque no lo estuviera, es el deseo del Dueño que así sea, así que así será.
si para algo ha servido este viaje es para confirmar no que el vínculo es cada vez más fuerte, sino que es prácticamente irrompible. el objeto estuvo prácticamente 48 horas encerrado en un espacio muy reducido, saliendo a la habitación contigua sólo para ser usado por el Dueño. y pocas veces en los últimos meses se ha sentido más feliz. volver ha significado dejar esa seguridad y la posibilidad de seguir estando en silencio, a solas, trabajando en lo que realmente le gusta al objeto.
lunes, 6 de noviembre de 2017
día 2853 de esclavitud, 825 de castidad
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