día 2852 de esclavitud, 824 de castidad

despertamos muy temprano, demasiado temprano tal vez, pero el objeto no podía dormir más. no deja de sorprenderse de lo mucho que aprovecha el tiempo aquí. el objeto pudo escribir todo lo del día de ayer. no puede dejar de pensar en lo mucho que aprovecharía si estuviera encerrado permanentemente. los días serían muchísimo más productivos. hay días en que el objeto no puede evitar pensar en lo que haría si tuviera tanto tiempo par atrabajar. es cierto que no hay ni relaciones sociales, ni horas interminables en el trabajo. sencillamente está el objeto concentrado en lo que está, al servicio del Dueño y el resto del tiempo, dedicarlo al bdsm, reflexionando sobre él, escribiendo sobre él, leyendo sobre él.habrá que esperar porque hoy vuelve el objeto a canarias y a todo lo que eso implica.
el Dueño llevó al objeto a desayunar al vips de colón. llegamos justo cuando abrían y El pidió por el objeto. el objeto no tuvo que decidir absolutamente nada. era la última de una serie de ocasiones en las que el objeto no ha elegido su comida. de hecho ahora, escribiendo estas palabras cae en la cuenta de que no eligió ninguna de sus comidas desde el jueves hasta hoy. siempre fue decisión del Dueño y eso le hace muy feliz .
al salir de vips se nos había quitado el hambre y nos encaminamos hacia el aeropuerto, donde llegamos con bastante tiempo. como en otras ocasiones nos sentamos en una cafetería donde hablamos y estuvimos un rato. es una especie de despedida que hacemos, un ritual.
cuando se acerca la hora viene el momento más difícil. el Dueño y el objeto se acercan al control de seguridad y el Dueño le quita al objeto la cadena que no ha llevado desde que llegó. es el momento en el que el regreso se hace real, muy real. a continuación el objeto cruza la puerta de seguridad y se aproxima a la puerta de embarque tras despedirse del Dueño ya en la distancia.
el viaje de regreso fue llevadero, leyendo y viendo películas en la tablet. el avión llegó sin más incidentes y el objeto llegó a casa a primera hora de la tarde. pudo ducharse, recoger y colocar la ropa que había llevado y los libros que había traído. pasó el resto de la tarde descansando y saboreando los recuerdos del fin de semana.
al final puede el objeto afirmar que todo salió bien según lo previsto por el Dueño. el objeto ha regresado más sometido que nunca. las dudas han desaparecido. ha quedado claro que el Dueño tiene el control sobre la mente del objeto y que puede hacer con su propiedad lo que quiera.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.