como en otras ocasiones los restos del entrenamiento de ayer se han prolongado hoy. el objeto está como si lo hubieran borrado o reinicado porque con respecto al Dueño no hay resistencia, ni barreras, ni peros, ni nada. sólo hay obediencia. aunque no hubo entrenamiento hoy el Dueño ordenó al objeto que se pusiera las botas altas de goma, y la mordaza de cinta. como poner una o dos tiras al final se caen, el objeto se puso varias tiras alrededor de la cabeza amordazándolo muy fuertemente. también llevó el collar. el Dueño estableció que llevara y la mordaza siempre que estuviera solo porque así seguirá comprendiendo cuál es su lugar. a partir de ahora, igual que el Dueño no pregunta al objeto si tiene la jaula puesta, porque la tiene, tampoco le preguntará, si está solo, si lleva la mordaza o el collar, se darán por supuesto.
la dominación del Dueño, ya lo ha comentado el objeto en otras ocasiones, está adquiriendo dimensiones que trasciende lo puramente fetichista. se está convirtiendo, o se ha convertido, en algo existencial, vital, algo muy profundo, más de lo que el propio objeto pudo imaginar jamás. ya lo expresó hoy el Dueño con dos frases lapidarias: "No soporto ver tu boca libre. No soporto ni tu boca ni tu sexo libre":
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
miércoles, 1 de noviembre de 2017
día 2848 de esclavitud, 820 de castidad
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