jueves, 26 de octubre de 2017

día 2842 de esclavitud, 814 de castidad

a veces, en las conversaciones que mantienen Dueño y objeto, el Dueño dice algo que parece intrascendente pero que golpea profundamente al objeto, poniendo determinadas cosas en su sitio, dando sentido a lo que está pasando, colocando las piezas del puzzle. hoy ha pasado algo así. en un momento dado, mientras hablábamos por mensajes de texto, el Dueño ha escrito "Sabes que en el mundo de los humanos no tienes cabida". esta frase entró profundamente en la mente del objeto y la desmontó de golpe. fue como un mazazo, pero a la vez como cuando estás haciendo un mueble y al final colocas una pieza que es la que lo mantiene en pie. ahora muchas cosas tienen sentido, como cuando el objeto se siente incómodo en todos sitios salvo cuando está solo, o en lo que le cuesta tomar decisiones e interactuar con gente que lo trata como un igual. el Dueño se dio cuenta desde el primer momento y al objeto le ha costado todo este tiempo darse cuenta. sin embargo no es un tiempo perdido, es el tiempo del entrenamiento, que todavía no ha terminado. ahora, desde esta perspectiva, se abren nuevas posibilidades de sumisión, de entrega, de servicio y, sobre todo de crear mecanismos para evitar que el objeto vuelva a sufrir por no saber cuál es su sitio o donde está.
todo está claro. lo tiene claro el Dueño, lo tiene claro el objeto y ahora lo tienen claro todos los lectores del blog. no hay marcha atrás, no hay salida, la única posibilidad es la sumisión absoluta.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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