martes, 24 de octubre de 2017

día 2840 de esclavitud, 812 de castidad

esta noche el objeto tuvo una de las experiencias más alucinantes que pueda tener un inferior. fue fruto de un malentendido y para muchos será una auténtica tontería pero al objeto le llegó profundamente. unos familiares del objeto que viven en el extranjero están aquí de vacaciones. vienen todos los años y es tradición que el objeto vaya a comer con ellos una noche. después de suplicar permiso al Dueño, y de que Éste lo concediera, se concretó que fuera esta noche. el objeto puso el móvil en silencio mientras estuvieron en el restaurante por educación. cuando salió y lo miró tenía varios mensajes, e incluso llamadas perdidas del Dueño preguntando dónde estaba. inmediatamente el objeto se puso en contacto con el Dueño y le explicó. Éste se tranquilizó enseguida y estuvimos hablando un rato. se había preocupado porque durante unas horas, se había olvidado que había quedado para cenar y no sabía donde estaba. eso descolocó al objeto, lo desarmó completamente y le pareció la muestra más evidente de control y dominación que el objeto ha conocido en mucho tiempo. no es tanto amor o cariño, eso es algo entre humanos, sino la preocupación de no encontrar algo valioso, como no saber donde has aparcado tu coche, o que de pronto pierdas de vista a tu mascota. no es nada de eso, pero a la vez es todo eso al mismo tiempo. el objeto cree que no hay formas correctas aún de expresar este tipo de relación, la devoción que siente por el Dueño y la preocupación y dedicación que el Dueño ejerce sobre el objeto. en cualquier caso eso es justo lo que el objeto necesitaba, porque hoy, igual que ayer, ha sido un día duro, y el Dueño se dio cuenta inmediatamente. el ego sigue campando en el trabajo y el objeto tiene que lidiar con humanos mezquinos y retorcidos. son pocos, esos es cierto, pero hacen mucho daño.
la experiencia de hoy ha dado nuevas energías al objeto. la casualidad, que no existen, ha hecho que esto anime al objeto justo cuando más lo necesite y refuerza, aún más si cabe, la relación y vinculación que existe entre Dueño y objeto. podría haber sido un desastre, tal vez con otro Amo, que hubiera descargado su preocupación en un enfado, justificado por otra parte, con el objeto pero el Dueño es justo en todo momento y convirtió su preocupación en algo positivo que ha dado energías al objeto justo cuando más lo necesitaba.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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