domingo, 15 de octubre de 2017

día 2831 de esclavitud, 803 de castidad

el Dueño y el objeto mantienen una comunicación casi constante. el día del objeto comienza siempre mandando un mensaje ritual al Dueño que contesta y, a partir de ahí, todo sigue su ritmo. hay súplicas constantes ya que el objeto tiene que suplicar permiso para prácticamente cualquier cosa, incluso en lo que se considera su "tiempo libre", que no existe. es una distinción que ha desaparecido en la vida del objeto. únicamente el Dueño permite que el objeto tome microdecisiones en el ámbito del trabajo porque el Dueño entiende que no tiene la información necesaria para tomarla por el objeto. fuera de eso el objeto hace tiempo que suplica permiso para tomar un café, quedar con alguien o hacer una compra "relativamente importante". pero el micromanagement del Dueño llega hasta tener que suplicar dormir una siesta. la cuestión de la ropa ni tiene que suplicarla, el Dueño lo dice el día anterior "de oficio".
en este intercambio de mensajes a veces el Dueño sorprende al objeto con uno que lo descoloca y desarma. hoy ocurrió cuando el Dueño escribió: "Tu boca empieza a molestarme. Sólo me gusta para usarla sexualmente o para lamer mis botas o mi cuero". el contexto no fue otro que el de que la próxima visita del objeto al Dueño en la que Éste le ha dicho que permanecerá prácticamente amordazado todo el tiempo. lo curioso ha sido el efecto psicológico que este mensaje ha provocado en el objeto: el de vergüenza. el objeto se ha avergonzado de tener boca siquiera. tras el entrenamiento existoso en castidad, hasta el punto de que el objeto se considera castrado, entiende que dentro del proceso de objetificación viene el control del habla, y en eso está enfrascado el Dueño. es cierto que las recientes circunstancias laborales del objeto no permiten que pueda llevarlo a cabo tanto como al Dueño le gustaría pero esta frase es un indicativo de que ya no hay marcha atrás y de que el Dueño llevará esto hasta sus últimas consecuencias, ante lo que el objeto sólo puede dar las gracias.
por otro lado estamos en una ola de calor tan dura que el Dueño ha ordenado al objeto que mañana vaya con zapas porque rozamos los 30 grados a las siete de la mañana.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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