hay una norma en el bondage que hemos usado alguna vez en el blog: el bondage no es real hasta que el sumiso quiera soltarse y no pueda. el bondage se centra en la impotencia, en no poder controlar lo que te rodea sino en ser controlado por otro ante el que estás indefenso. muchos se acercan al bondage con fantasías. la mayoría se excitan cuando son atados, encadenados o esposados. cuando intentan salir, liberarse, dar por terminada su fantasía, y no pueden, ahí comienza el verdadero bondage. es una práctica límite que se puede llevar al extremo, pero hay que tener mucho cuidado de no sobrepasarlo.
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