sábado, 2 de septiembre de 2017

día 2788 de esclavitud, 760 de castidad

podría haber sido un día normal, un día de descanso después de haber empezado ayer a trabajar, pero no fue así. desde primera hora el objeto supo que el día no sería un día cualquiera ya que despertó recordando su último sueño, algo que es extremadamente raro en el objeto. algunos afirman que no recordar tus sueños es un síntoma de estar poco en contacto con tu inconsciente. será, pero el objeto se precia de llevar una buena relación con sus otras partes internas. sin embargo es cierto que nunca recuerda lo que sueña, hasta hoy. y viene a colación porque el sueño tiene que ver con el blog. estaba el objeto vestido con el último conjunto que adquirió con permiso del Dueño en su viaje a madrid: botas y chaleco de polipiel. tenía las manos esposadas a la espalda con las palmas hacia fuera, lo que hacía que tuviera un postura muy incómoda, obligándole a mantenerse casi erguido. además de eso tenía un collar y una mordaza de bola que provocaba que estuviera salivando durante todo el rato. el Dueño había atado una correa a su collar y lo estaba llevando por un centro comercial, donde todo el mundo nos miraba. Él tiraba de la correa y el objeto no podía sino seguirle erguido y con la espalda recta. en un momento dado le ordenó que se sentaran en una cafetería del centro comercial y el objeto obedeció. por supuesto no pudo tomar nada pero el Dueño si, aunque esa parte está algo borrosa. luego, tirando de la correa, obligó al objeto a levantarse para seguir por el paseo. y hasta ahí llegó el sueño. por supuesto el objeto se levantó con un fuerte dolor en los genitales y una excitación evidente.
durante el día se lo comunicó al Dueño, a quien pareció agradarle. por la tarde Dueño y objeto mantuvieron una conversación por teléfono poniéndose al día de algunas cosas. es sorprendente el poder de la palabra del Dueño, de su voz. hace que el objeto se ponga en tensión y tome en consideración cada cosa que diga, estando en silencio la mayor parte del tiempo, sin atreverse a hablar. aún así fue agradable, muy agradable.
luego seguimos en contacto por mensaje y la cosa se fue calentando hasta que el objeto suplicó al Dueño que le permitiera volver a un entrenamiento que tenía abandonado desde hace algún tiempo: usar las pinzas y el buttplug durante un periodo de tiempo. el Dueño accedió y ordenó que los llevara puestos durante media hora. la operación fue más fácil de lo que el objeto tenía previsto en el sentido de que el buttplug entró muy fácilmente. por supuesto comenzó con el tamaño más pequeño. debido al tiempo transcurrido desde la última vez pensó que le costaría más pero no fue así. las pinzas molestaron al principio, pero luego se fueron integrando. de hecho llegaron a producir cierto placer. como siempre al quitarlas es cuando más dolor se produce porque la sangre vuelve a las terminaciones nerviosas y aquello se vuelve más intenso.
al final el Dueño ordenó al objeto que viera uno de los últimos videos que filmó en madrid y eso hizo que casi eyaculara de toda la excitación, eso si, sin quitarse la jaula, que está permanentemente en los genitales del objeto. por eso esto pudo decirle al Dueño que estaba castrado, empalado y en dolor cuando tenía todo eso en el cuerpo. si, sin duda ha sido un día extraño pero emocionante.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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