para la mayoría, incluidos algunos inferiores en su primeros estadios de entrenamiento, la castidad forzosa puede llegar a convertirse en una condena, en algo incomprensible y doloroso. sin embargo, cuando se pasa una frontera que viene determinada por un número concreto de días que en cada uno es diferente, comienzan a verse las cosas de otra manera y la castidad se vuelve un regalo que te ha hecho tu Amo. entonces dejas de intentar escapar de ella y empiezas a agradecerle. pasa que incluso temes que te la quiten ordenándote correrte, por ejemplo. así, se produce una inversión de lo que la gente considera normal. para ellos el regalo sería permitirte correrte, pero para los que han aceptado la castidad eso es un castigo.
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