no es sólo sumisión, no es sólo obediencia, es veneración. un inferior bien entrenado, bien tratado por su Superior, empieza a desarrollar por Éste un sentimiento que trasciende lo puramente físico o sexual. se podría decir que se vuelve espiritual, porque eleve a la vez al Dominante y al sumiso. al primero lo coloca en el pedestal que debe estar por su propia naturaleza, al segundo porque participa de esa naturaleza de manera vicaria, secundaria. no habría dioses sin creyentes, pero son los dioses los que dan la vida a los fieles. arrodillarse ante un Superior tiene más significado del que pensamos, del que creemos. ocurre y algo se nos rompe en nuestro interior porque comenzamos un camino de negación, sumisión, obediencia, entrega..... es casi como un proceso místico en el que el cuero es el hábito, las cadenas los escapularios y el cuerpo el templo de la adoración.
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