la masculinidad es algo que últimamente no es frecuente. el metrosexual ha relegado al macho a un segundo plano, sin duda influenciado también por la influencia del feminismo. sin embargo un macho no tiene que ser un seguidor del patriarcado necesariamente. el objeto lo ve más como un Superior, seguro de sí mismo, que sigue adelante, con determinación, fuerza, poder. podemos ser políticamente correctos pero eso no tiene mucho sentido en boca de un objeto que se considera inferior, lo más bajo. no considerarse humano tiene sus ventajas, entre ellas admirar a los machos, a los alphas, en su justa medida. no es algo intelectual, sino emocional, una energía que desprenden y que el sentimiento de inferioridad de los objetos capta y hace que, naturalmente, deseemos fervientemente someternos a Su autoridad. elementos como el cuero o las botas sólo son dinamizadores, potenciadores de esa energía que la amplifican y difunden hasta anular cualquier voluntad de los inferiores.
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