sábado, 19 de agosto de 2017

día 2774 de esclavitud, 746 de castidad

el día comenzó muy temprano y muy mal. el objeto estaba pasando por una complicada situación que lo tenía sumido en la tristeza. incluso en ese estado el objeto se dio cuenta de que gran parte de su sufrimiento venía por hacerle caso al ego, por intentar quedar por encima de los demás. es extraño cómo no se da la gente cuenta de que cuando eso ocurre sí que están alienados. el hecho es que el objeto estuvo pasando un mal rato luchando contra el ego hasta que a media mañana el Dueño lo llamó y hablaron. bastó oír su voz para que el ego escapara por patas y desapareciera. ese fue el primer paso para que el sufrimiento se fuera también.
el Dueño es muchas cosas para el objeto, pero una que no dice a menudo es que es su mejor terapeuta. bastó unas cuantas palabras con El para que toda la mente y el espíritu del objeto se colocara en su sitio, se pusiera a punto, se afinara. no llega el objeto a comprender cómo ocurre, ni por qué, ni cómo lo hace, pero lo hace. cuando descolgó el teléfono estaba hecho polvo y cuando colgó estaba completamente renovado, animado, y con ganas de afrontar todo lo que se pusiera por delante.
en la conversación el Dueño dijo que quería que le grabara un video y que le sorprendiera. y así lo hizo el objeto. ya tenía puesto el collar y la mordaza, así como las botas de goma altas. lo que se colocó el objeto fueron las pinzas en los pezones. son pinzas simples, de madera de las usadas para tender la ropa que se han mostrado las más útiles, eficaces y baratas.
el objeto se las apretó un poco y sintió el dolor. entonces puso el móvil a grabar y se puso de cuclillas para que el Dueño viera las botas y se acercó un vaso a la jaula, donde orinó hasta llenarlo. luego se quitó la mordaza y de un sólo trago se tragó toda la orina. el sabor no era muy intenso, pero el objeto tuvo nauseas. sólo había hecho eso una vez, con su primer Amo. en una sesión le ofreció un suspensorio de cuero que llevaba puesto si se bebía un vaso de orina. el objeto aceptó el reto y orinó en un vaso, bebiéndoselo de golpe. esa fue la primera vez. hoy ha sido la segunda después de muchos años. el objeto tuvo que contener las arcadas, pero pudo volver a cerrar la mordaza de cinta y enviar el video al Dueño que quedó sorprendido y complacido. el Dueño ha dicho que llegará un momento en que beba la orina del Dueño. será muy humillante para el objeto pero de humillaciones se alimenta la esclavitud.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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