el objeto ha tenido una comida con compañeros, después de que el Dueño diera su permiso, por supuesto. estos encuentros cada vez le resultan más extraños al objeto. sin embargo suele ir, aunque como saben los lectores del blog no muy a menudo. el objeto mentiría si no dijera que en determinadas ocasiones disfruta de estos momentos, pero también lo haría si no dijera que podría vivir perfectamente sin ellos. hoy fue agradable, pero sabe que en algún momento de su existencia como objeto esto desaparecerá. cuando esté bajo llave del Dueño puede que no vuelva a salir con ningún conocido, o comer con alguien que no sea el Dueño, o cualquier encuentro social que no haya, ya no aprobado, sino organizado y establecido por el Dueño. la vida social no es una característica de los esclavos, y mucho menos de un objeto... digamos que de todos los inferiores. por eso el objeto sabe que esto es temporal, momentáneo y por tanto superfluo. en la vida del objeto solo tiene cabida aquello que el Dueño desee que tenga cabida, y tal vez eso de quedar con conocidos para tomar café o comer no esté en la lista. lo más interesante es que escribir esto no produce ninguna pena ni tristeza en el objeto.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
viernes, 11 de agosto de 2017
día 2766 de esclavitud, 738 de castidad
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