martes, 1 de agosto de 2017

día 2756 de esclavitud, 728 de castidad

decir que el objeto tiene un Dueño que no se puede parecer una obviedad pero hoy se ha puesto de manifiesto que las obviedades deben ser reales o no tienen sentido.
este viaje era deseado por el Dueño y el objeto pero la mañana amaneció con la noticia de una "crisis" familiar en canarias, de donde es el objeto. eso marcó todo el día porque el Dueño, que podía haber tomado otra actitud, se preocupó mucho por la situación, y especialmente por el objeto. eso estuvo presente todo el día hasta que se resolvió a última hora, pero no adelantemos acontecimientos.
el Dueño tenía cosas que hacer así que ordenó al objeto que se diera una vuelta por el centro, como suele hacer en cada viaje. además le hizo varios encargos, entre ellos conseguir el cuaderno que utiliza el objeto para escribir estas líneas antes de pasarlas al ordenador.
cumpliendo órdenes el objeto se fue al centro, desayunando en d'mystic, en chueca. fue un desayuno más rápido de lo que suele hacer el objeto pero tampoco tenía muchas ganas de ponerse a escribir allí como suele hacer. luego un rápido paseo por a different life y una larga estancia en berkana, donde compró unos cuantos libros. no tenía pensado hacerlo pero el Dueño le dio permiso para comprar lo que se le ocurriera, así que lo hizo.
de allí el objeto fue a fnac a comprar el cuaderno que siempre le regala el Dueño para que siga escribiendo. a pesar de sus intentos de mantenerse aislado, la situación de las palmas se iba complicando y era como si se metiera en el viaje.
a pesar de eso el objeto continuó y fue la tienda fetish que está en la calle isabel la católica, donde encargó el catsuit y la camisa de fuerza que están en casa del Dueño. allí estuvo viendo algunas cosas, entre ellas unos pantas de cuero que estaban muy bien pero que resultaron pequeños. sin embargo el dependiente, muy amable, le acercó al objeto otros. éstos eran de polipiel, mucho más baratos, pero que, de pronto le resultaron al objeto muy convenientes al ser de un material intermedio entre el cuero y el latex, medio sintético pero simulando lo natural. el dependiente a continuación trajo un chaleco y el conjunto era espectacular, así que el objeto lo compró pensando que le gustaría al Dueño, como así fue.
a continuación preguntó el objeto por las capuchas de latex y sacó unas cuantas que tenían orificios: botas, ojos, etc. el objeto dijo que buscaba una ciega y el dependiente dijo que la podrían hacer así que el objeto se lió la manta a la cabeza y la encargó. el objeto luego miró las mordazas buscando una que pudiera ser llevada durante prolongados períodos del tiempo pero no encontró sino una variedad enorme de mordazas de bola. parece que para su vida de silencio va a tener que seguir recurriendo a la cinta, que tampoco está mal porque al Dueño le gusta.
así regresó el objeto a casa, con libros y un conjunto de pantalón y chaleco de polipiel que, en teoría es humillante, porque no tiene el "prestigio" del cuero, ni el fetichismo del latex, pero ¿no es eso mejor para un objeto que no merece nada?
al llegar a casa el objeto le comentó y enseñó todo al Dueño que aprobó lo que había hecho. luego comimos y entonces se produjo una conversación sobre la situación que se había desarrollado en las palmas y cómo afectaba al estado de ánimo del objeto. la situación no era fácil y el objeto se sentía emocionalmente muy implicado y comprometido. el Dueño estaba también dudoso de lo que pudiera ser mejor.
la conversación continuó hasta después de comer. el Dueño quería echarse una siesta y le dijo al objeto que quería hacer de daddy. cuando llegamos a la cama el objeto estaba emocionalmente superado. entonces el Dueño dijo algo que el objeto no consgiue recordar y cayó de golpe. fue como apretar un resorte, un interruptor o una palanca. de pronto su mente se apagó y quedó inerte.
-No puedes hablar. No puedes moverte- dijo el Dueño.
el objeto perdió el control sobre su cuerpo y su boca no le respondía. estaba como preso, encarcelado sin poder salir, ni hablar, ni pedir ayuda. era plenamente consciente de todo lo que pasaba a su alrededor pero no podía decir nada, ni evitarlo. "Tus ojos te pesan y no puedes abrirlos", oyó el objeto y desde entonces todo fue oscuridad. luego el Dueño le dijo al objeto que había estado así más de dos horas, sin moverse ni hablar.
en un momento dado el objeto fue escurriéndose de la almohada y empezó a taparse la nariz, algo que había ocurrido anteriormente, pero no podía hacer nada para evitarlo. el Dueño se dio cuenta y se la colocó bien. luego la jaula empezó a pinchar un trozo de piel del escroto y dolía muchísimo pero el objeto no podía evitarlo.
el Dueño ató los pies del objeto y las manos por delante. el objeto estaba de lado en la cama y cuando pasó un timepo que no supo medir, oyó al Dueño que le hablaba al oído para que saliera de ese estado. al objeto le costó bastante salir. cuando lo hizo seguía sin poder hablar. aún así el Dueño lo tenía amordazado con cinta negra.
el Dueño empezó a jugar con el objeto, ordenándole que lo acariciara y que le diera placer, lo cual hizo el objeto con mucho esfuerzo. la jaula de castidad estaba a punto de estallar y el Dueño se dio cuenta.
-¿Te duele?- preguntó, a lo que el objeto asintió con la cabeza.
-¿Así es como eyaculas cuando te tocas? ¿con ese dolor? quiero que lo hagas, córrete aunque te duela.
y el objeto empezó a tocarse como en otras ocasiones hata que eyacuó. eyacular ocn la jaula es no tener un orgasmo sino una experiencia dolorosa. lo más parecido que puede decir el ojeto es que es como si te pegasen una patada en los genitales. el Dueño parecía complacido.
a continuación se corrió Él y Él sí disfrutó haciéndolo.
a continuación se produjeron lo que llaman "aftercare", esos cuidados por parte del Dueño después de un encuentro "duro". el objeto seguía con las manos atadas y el Dueño le hablaba. al poco rato se levantó el Dueño y volvió con los mitts que puso y unión con un enganche tras desatar las manos. luego uso un antifaz en los ojos del objeto y se acercó al oído del objeto y dijo una única palabra: "Apágate". el efecto fue inmediato. como en esos programas de televisión con hipnotizadores. el objeto perdió el control sobre su cuerpo y volvió a estar inerte. el Dueño siguió metiéndolo más abajo, en un estado de sumisión cada vez más absoluto.
el objeto se sentía en una mazmorra sin estarlo, en una celda sin barrotes, en un sótano estando en la superficie. con su mente estaba enjaulado, encarcelado. no podía moverse, no podía hablar, no podía pensar. porque poco a poco llegó a este estado, que si no hubiera entrado en pánico. ha sido una de las experiencias de desconexión más fuerte que se ha producido.
tampoco sabe el objeto cuanto tiempo estuvo ahí. tenía los ojos vendados y la boca sellada. en un momento dado sintió que las extremidades se le dormían pero no podía hacer nada.
entonces el Dueño ordenó al objeto que gimiera. fue incapaz. también le dijo que empezara a moverse. no pudo. el Dueño cogió la cuerda y golpeó con ella al objeto varias veces. el objeto lo sintió pero no pudo responder, de hecho el cuerpo tampoco realizó ningún acto reflejo. en la "desconexión" anterior ya lo había hecho golpeando ligeramente el cuerpo con un resultado parecido.
al Dueño le costó bastante sacar al objeto de ese estado. los músculos no le respondían, la boca estaba sellada y no podía ni gemir. cualquier cosa requería un acto de voluntad enorme. el objeto había descendido a una mazmorra muy profunda y le costó salir y sólo pudo hacerlo porque el Dueño lo ordenó.
en un momento dado, aún sin poder moverse, ni hablar, ni gemir siquiera. el Dueño le ordenó abrir los ojos y el objeto lo hizo. era superestraño poder ver en el mundo pero no interactuar con él. era como estar en coma o algo parecido.
estaba a merced del Dueño pero además no sentía nada. toda la angustia y la ansiedad habían desaparecido por completo. cuando consiguió recuperarse por completo, aún en silencio absoluto, el Dueño "manejó " al objeto como si fuera un muñeco. lo sentó en la cama, le ató las manos a la espalda y las botas y le dijo que no se moviera un milímetro. así lo hizo el objeto y cuando el Dueño regresó se masturbó delante suya y, cuando se corrió, dijo "Así se corre un hombre, no como lo haces tú". el objeto lo miraba con devoción, sabiendo que estaba ante alguien Superior, su Amo, su Dueño y Señor. y que no había nada más. había comprobado que su mente le pertenecía y que bastaba una palabra para encerrarlo en la mazmorra más oscura y profunda. pero también basta una palabra para un estado de obediencia absoluta, ciega y radical. no es sólo para quedar inerte sino para bajar y tirar todas las defensas.
más tarde, hablando sobre la experiencia en la cena, el objeto le dijo al Dueño que se había sentido mucho mejor después de aquello y que la ansiedad le venía por la obligación de decidir.
el Dueño le dijo ue había dado un paso más de lo que comenzó aquel verano cuando el objeto cayó por primera vez. que ahora era más rápido, casi inmediato, y que para el objeto era terapéutico.
con respecto a la situación que le causaba ansiedad dijo al objeto que Él iba a tomar la decisión porque le correspondía y era su derecho. efectivamente así es. es Su derecho y el malestar del objeto, como en otras ocasiones, es olvidar que eso es así, que todo lo que hace ya en su vida, o lo elige el Dueño o da permiso para que así sea. pueden faltar cosas por ajustar pero cada vez que el objeto se olvida de esto y pretende elegir, o se ve en la necesidad de hacerlo, sufre, y mucho.
el Dueño se ha comprometido a aliviar y eliminar el sufrimiento del objeto y , según esto, eso pasa por eliminar su capacidad y su posibilidad de elección. el objeto vive, nació y solo sirve para obedecer. sólo es feliz cuando obedece y es lo único que tiene que hacer.
y entonces el Dueño eligió y ordenó. el objeto regresará a canarias dos días antes para afrontar la situación que ha surgido allí pero hasta entonces se centrará en estar aquí y servirá centrado y sin ansiedad al Dueño.
el objeto se asombró de la benevolencia y sabiduría del Dueño una vez más. da igual lo que pase o lo que ocurra, el Dueño siempre lo sorprende con un giro que no esperaba. ahora al objeto sólo le queda obedecerlo que el Dueño ha ordenador y en ese mismo instante llamó para cambiar el billete.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

No hay comentarios: