lunes, 31 de julio de 2017

día 2755 de esclavitud, 727 de castidad

después de una semana terrible donde se unieron preocupaciones. gestiones y tener que lidiar con gente maleducada y grosera, el objeto llegó a madrid, a su casa, en un viaje que fue más llevadero que en otras ocasiones.
eran ya las nueve y media de la noche y el objeto cogió el metro hasta casa del Dueño. tocó el timbre, subió el ascensor y encontró la puerta abierta. sabía lo que tenía que hacer. entró, cerró la puerta , dejó la mochila a un lado y se arrodilló tocando con la frente el suelo. inmediatamente sintió las botas del Dueño a su lado y se agarró a ellas y empezó a lamerlas. entonces todo desapareció. preocupaciones, tensiones, ideas, sentimientos, sólo estaba allí, aquella era la única realidad. no existía nada más ni en el mundo ni en ningún otro sitio. había llegado a casa. estaba en su hogar.
el Dueño levantó a su objeto y le puso la cadena alrededor del cuello, cerrándola con un candado. sabe el objeto que no volverá a quitársela hasta que se vaya, en el aeropuerto.
El Dueño llevó al objeto a cuatro patas hasta un salón que hay en el interior de la casa. Él llevaba sus botas sendra azules, con las que siempre recibe al objeto, y el pantalón de cuero. se sentó en un sillón y abrió las piernas. el objeto se arrastró por el suelo hasta meterse en medio y sujetarse a Él como si me fuera la vida. el objeto se restregaba con el cuero, lo olía, lo disfrutaba.
-¡Siéntelo!- decía el Dueño
mientras tanto el objeto tocaba y acariciaba, sin pensar, las botas del Dueño. no había nada más, no existía nada más. así estuvimos un buen rato hasta que el Dueño ordenó al objeto que se quitara la ropas y las zapas y se puesiera las botas. luego lo sentó en un silló y le ató las manos a la espalda y las botas, fuertemente con cuerdas. el Dueño estaba sentado en otro silló y miraba a su objeto, a su propiedad. y entonces se corrió.
la verdad es que todo ocurrió de una forma muy extraña, porque el objeto parece que entra en un estado mental diferente. el Dueño ya no tiene que atar o amordazar al objeto. basta con una orden suya para que lo hga. lo hace porque le gusta y agrada, y le excita.
después de eso el Dueño permitió al objeto ducharse y lo llevó a la habitación que será su "celda" el tiempo que esté sirviendo al Dueño.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

No hay comentarios: