dice el dicho "no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista", y el objeto está comprobándolo estos días ya que la situación familiar se va arreglando poco a poco. mientras tanto el Dueño sigue ahí, a veces más presente, a veces desde una cierta distancia pero siempre controlando, dando permiso, estando informado, etc. su control no decae, ni desaparece, ni disminuye. si así fuera incluso el objeto lo buscaría porque el objeto necesita ese control, necesita esa supervisión constante del Dueño, su orientación y guía, su dominio sobre el objeto. perderlo sería para el objeto perder el rumbo y caer en la más profunda de las desesperaciones. ser controlado por el Dueño no es parte de la vida del objeto, ES la vida del objeto. sin ese control no hay vida. sin ese control no hay nada.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
viernes, 14 de julio de 2017
día 2738 de esclavitud, 710 de castidad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario