ha sido un día de mucho reconocimiento en el trabajo, por un proyecto bien hecho. incluso teniendo gente a su cargo, el objeto tiene jefes y estos son los que le han dicho que lo ha hecho hasta ahora muy bien y que debería seguir así. a cualquiera eso serviría para aumentar el tamaño del ego, pero lo primero que pensó el objeto fue en el Dueño. el trabajo bien hecho no es un logro del objeto sino del Dueño. cualquier mérito que pueda atribuirse el objeto realmente es atribuido al Dueño. esa es la única realidad.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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