en el proceso de entrenamiento se llega a un punto de no retorno. es un momento en el que te rindes, te rompes completamente, y sabes que ya no podrás vivir de la misma manera. algo cambia en tu interior, casi en tu esencia, si eso fuera posible. es el momento de la entrega máxima, del olvido de uno para que sólo exista el Amo y lo que El quiera o desee. es una especie de abandono total, de confianza total, de dejarte llevar y renunciar a decidir. la primera vez suele ocurrir en medio de una sesión, pero luego se hace más común hasta que puede llegar a convertirse en lo cotidiano, en lo normal. la forma más común de formularlo es decir que vives y existe par y por el Amo. Él te permite comer, respirar, vivir; lo que significa que sin El no puedes hacer nada de estas cosas. concibes que sin Él tu vida no tendrá sentido alguno. podrás seguir respirando, comiendo, durmiendo, pero te sentirás siempre asfixiado, con hambre, con sueño. sólo Él puede darte lo que necesitas y por tanto dependes de Él para todo. si llegas a ese punto te encontrarás en una paradoja porque te preguntarás cómo has podido vivir sin Él y a la vez cómo podrás vivir sin Él. la respuesta a las dos preguntas es sencilla: antes no has vivido realmente, y no podrás vivir sin Él a partir de ahora.
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