hay objetos que concentran la esencia pura de la masculinidad, como las botas y el cuero. sin duda es la afirmación de un fetichista pero nada puede compararse a unas buenas botas enfundadas en unos buenos pantalones de cuero. es como si rezumaran testosterona, poder, autoridad. un inferior, ante esa combinación, siente la tendencia natural a arrodillarse, a someterse y a obedecer. es algo instintivo, no consciente, no pensado. llega hasta el punto de, ante una imagen como la de hoy, ponerse 402 a salivar y a excitarse dentro de la jaula pensando en arrodillarse y obedecer.
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