hay una dimensión en la relación Amo esclavo que no siempre salta a la luz. existe en los límites de la relación bdsm y es la de Daddy/boy. toda relación bdsm tiene, o debería tener en algún momento, una relación afectiva. a menudo el inferior necesita apoyo, comprensión, incluso alguna muestra de cariño para seguir adelante. es normal que quiera sentir una figura paternal que reconozca sus esfuerzos y su dedicación. ser capaz de combinar y compaginar esto con la dureza y lo estricto del entrenamiento de un inferior es todo un arte que no todos controlan. no es una cuestión de edad, aunque la diferencia entre Amo y esclavo puede ayudar a que ésta sea más fácil. es una cuestión de trato, de herramientas que hacen que sea más intenso y llevadero. aquí entran los cuidados posteriores a las sesiones. después de un encuentro intenso, donde tal vez se han cruzado límites o se ha llevado al sumiso hasta el extremo, cuidar de él, reponer sus heridas, valorar sus esfuerzos puede ser la mejor forma de que siga profundizando en la sumisión, incluso habiendo terminado el encuentro. no es algo que deba ser obviado u olvidado.
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