a veces las sesiones se viven como en una nebulosa, por varias razones. la primera es que en ellas se está como en un estado alterado de conciencia. la mente no está igual que en la no-vida normal y corriente. en una sesión las barreras bajan, el inferior y el Amo están como en otra dimensión, como en otro mundo. en ese estado la visión se nubla, el olfato y el tacto adquieren otra dimensión, lo sonidos se hacen más intensos. todo el cuerpo del esclavo y del Amo parecen vibrar a un nivel diferente. cuando ocurre es una experiencia marcante, impactante, vital, de sentido. el cuero parece hielo y los esclavos aspiramos su olor como si fuera una droga que nos lleva a un viaje alucinante. nos sumergimos en ella y esperamos poder quedarnos allí durante mucho tiempo. el problema es que hay que regresar, siempre hay que regresar. pero una vez ido hasta allí siempre se quiere volver.
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