viernes, 17 de marzo de 2017

día 2626 de esclavitud, 590 de castidad

la esclavitud, sobre todo la voluntaria, no es un hecho, es un proceso en este caso de autodescubrimiento y de autoaceptación de algo que estaba allí y que se puede desarrollar y madurar o no.
este concepto de proceso es el que permite hablar de esclavitud natural que es cuando esta maduración ha llegado a un punto donde no puedes concebirte ni imaginarte de otra manera. es ese punto donde comprendes que sin Amo estás incompleto, que sin el servicio a otro hombre, no podrás ser feliz, ni realizar tu propia existencia.
no todos llegan a ese punto, y los que llegan pueden seguir avanzando. eso explica también la dualidad en la que a veces se mueve este esclavo entre esa condición y el hecho de ser un perro. esclavo y perro son términos que se rozan pero no son equivalentes, como ha expresado en algunas ocasiones. el esclavo es un ser humano que ha perdido sus derechos y se ha convertido en propiedad de otro. como propiedad es equiparable a una mesa, una cama o un coche pero mantiene los elementos básicos del ser humano: racionalidad, lenguaje, cierta voluntad, capacidad de decisión. un perro, sin embargo, ha perdido o ha inutilizado esos elementos: ya no habla ni decide, sólo obedece. similar al esclavo en que es una propiedad, ha perdido en cierta medida su capacidad humana. la experiencia dice que es difícil mantener a un antiguo ser humano en el estado de perro de forma muy permanente. físicamente nuestro cuerpo presenta serias dificultades al respecto y hay en juego cuestiones psicológicas importantes.
a menudo se busca una situación intermedia que puede ser desde establecer unos modos de comportamiento que se pueden activar y desactivar, o trabaja con la mente del esclavo de tal forma que pierda esas cualidades humanas pero manteniendo la apariencia de tal.
la decisión de qué camino seguir en la esclavitud no depende de uno, sino de su Amo, de su Dueño.
la cosa se vuelve aún más complicada cuando se baja un escalón más en el proceso de sumisión y empieza a hablarse de objeto. irónicamente 402 considera que ser un objeto presenta menos contratiempos que aquellos que se viven como perros. un objeto propiedad de un Amo es eso, un objeto, pero con apariencia humana. los perros tienen el problema de la forma, pero el objeto no tiene que alterar profundamente como se presenta, sencillamente tiene que eliminar completamente cualquier rastro de atributo humano: habla, voluntad, sexualidad, deseos, pensamiento. se convierte en una especie de muñeco a merced del Amo. es cierto que algunas cosas ayudan a esto: cubrir su piel de cuero o latex, una mordaza y una jaula permanente o estar mucho tiempo encapuchado. cualquier cosa que ayude a borrar su identidad ayuda. sin embargo no tiene que pretender ser otra cosa, como andar a cuatro patas o mover el rabo. la principal diferencia es que, incluso siendo un animal, el perro tiene conciencia. el objeto es que el objeto no la tenga y por eso se encuentra en una escala inferior dentro del mundo bdsm.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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