la vida de un inferior, bien sea esclavo, perro u objeto es fácil. lo único que tiene que hacer es obedecer, someterse y seguir las directrices y órdenes del Amo. respirar y obedecer, comer y obedecer, dormir y obedecer. prácticamente no hay nada más. la vida se simplifica asombrosamente cuando el Amo toma las riendas. llega un punto en que te planteas por qué tuvistes tantos miedos, tantas reticencias, tantas preocupaciones por ceder el control. piensas lo estúpido que has sido por no haberlo hecho antes y el tiempo perdido. un inferior no tiene grandes pretensiones profesionales ni personales. todo está marcado por el Amo, o debería estarlo. ¿que hay una oportunidad de promoción en el trabajo? el Amo decide ¿que es necesaria ropa? el Amo dice qué comprar ¿qué comer en un restaurante? el Amo elige por ti. tú solo tienes que llegar ante El, arrodillarte y suplicarle que te lleve por el camino de la esclavitud, agradeciéndole cada día el hecho de haberte encontrado y aceptado como suyo.
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