nque la real academia la sitúa como sinónimos, parece que la palabra degradar va un paso más allá de la mera humillación. es como si fuera una humillación más grave y dura, más severa. esto, para un inferior, se traduce en una sola palabra:"mejor". porque los inferiores vivimos de las humillaciones, nos alimentamos de ellas, porque nos hacen crecer como sumisos, como esclavos, como perros, como objetos. la humillación es una vacuna contra el ego, contra el creerte mejor, contra el creer que eres superior o que estás por encima de algo. a un inferior hay que recordarle constantemente lo que es y cual es su sitio, porque hay que contrarrestar muchos años de educación y de prejuicios escritos a fuego haciéndole creer que es algo o que merece algo más que ser humillado y obedecer. un inferior puede engañarse y disimular, pero uno no puede huir de lo que es. a la primera situación humillante sentirá una extraña excitación que no es sino una invitación a enfrentarse consigo mismo y que acepte lo que, algo que nació para servir a los auténticos hombres, a sus superiores.
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