después de tomarle las medidas y de verle desnudo le trajo un traje completo de latex negro que le fue metiendo después de embadurnarlo de lubricante. le gustó la sensación de irse ajustando al cuerpo apretándolo. cuando le ofreció las mangas se sorprendió que estuvieran pegadas al cuerpo y pensó que era un fallo pero cuando la cremallera subió toda la espalda y oyó un clic se dio cuenta de que estaba inmovilizado. lo último que recuerda fue el sabor de la goma de la mordaza entrando en su boca y su imposibilidad de pedir auxilio.
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