un sumiso, un esclavo, un inferior siente una sed radica y profunda, algo que sólo es saciado cuando su Amo lo encuentra y empieza su entrenamiento hacia las fuentes de la sumisión y la obediencia. sólo entonces esa sed, esa ausencia, esa falta, ese agujero existencial que ha sentido toda su vida comienza a cerrarse. por primera vez se siente en casa y en el lugar en el que siempre debió estar. es algo extremadamente difícil de explicar a alguien que no lo ha vivido, pero es una especie de insatisfacción vital, una alienación constante y permanente, hasta que termina cuando el Amo te pone el collar y te conviertes en su posesión. sólo entonces la sed desaparece y la angustia se convierte en tranquilidad. y poco te importa el resto, lo único que deseas es obedecer, servir, someterte y besar las botas de tu Amo
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