en muchos lugares de este blog se ha dicho que la humillación es el alimento de un esclavo. es el antídoto contra el ego, la mejor medicina contra el orgullo y la fantasía de considerarse superior. no es un acto puntual sino una forma de vida, una corriente constante que debe mantener a raya cualquier atisbo de rebelión o revuelta, de presunción, de orgullo. a veces las humillaciones pueden ser extremas y entonces el esclavo puede "romperse". a pesar de la terminología eso no es mal para un esclavo, al contrario, ya que lo que se rompe no es otra cosa sino su orgullo y su prepotencia. romper a un esclavo es volverlo auténticamente él mismo.
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