no es sólo el cuero, ni los guantes, ni el collar, si la situación de sumisión del esclavo con respecto al Amo.... es el sentimiento de impotencia que produce controlar tu respiración, es decir, poner tu vida en las manos de tu Señor. eso es precisamente lo que significa esa cadena al cuello cerrada con ese candado, que ya no te perteneces, que estás en situación de inferioridad, de sumisión, de obediencia, que el Amo puede hacer contigo lo que quiera, bueno o malo; y al final descubres que estos dos extremos son fantasía, que todo lo del Amo es bueno aunque a otros parezca malo. como siempre tanto poder no se puede dar a cualquiera. hay un proceso, un camino a recorrer juntos en los que el Amo va ganándose al esclavo y el esclavo se va rindiendo al Amo. al final llega este punto, en el que pones toda tu vida ante El, bajo sus botas, porque sabes que no la va a destruir porque sí, sino que te enseñará y te llevará hasta lugares y situaciones en los que ni tu has pensado. cuando esto ocurre el esclavo pierde la identidad, el rostro, cubierto por la autoridad del Amo, porque se convierte en una prolongación de Su Voluntad.
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