nadie puede negar que vivimos en las sociedad de las apariencias. la gente está más preocupada por parecer algo que por ser algo. el primer error de este hecho es que esas mismas apariencias engañan, porque no muestran la realidad. a veces un ejecutivo agresivo parece un tio dominante, muy seguro de sí mismo, autoritario y triunfador. sin embargo debajo de ese traje caro y de esa corbata esconde una jaula de castidad con un candado del que no tiene la llave. y cuando no está dirigiendo la empresa está todo el tiempo esposado, esposas de las que tampoco tiene las llaves. las apariencias no son fiables. no son seguras. engañan y confunden. hay ejecutivos y directivos que son seres inferiores, sumisos y esclavos; y hay obreros Amos y Dominantes, seres superiores. el mundo bdsm gira el mundo vanilla y los transforma invirtiéndolo para mostrar sus propias contradicciones.
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