a veces 402 se imagina que sus experiencias, que lo que siente, son personales e intransferibles, que nadie puede entender lo que hace y lo que pasa en su interior cuando lo hace. cuanto más extraña y radical la experiencia, más siente que nadie lo entenderá. arrodillarse delante del Dueño es una de esas situaciones. pocas cosas hacen que este objeto se sienta más en paz, más integrado, más equilibrado, más en su lugar.... es como si por fin todo encajara en su sitio, como si todo los flecos que hay en la vida de este objeto, al final cuajaran y cobraran sentido. la mente de 402 se queda en blanco y solo existe, como si flotara en una especie de nube. entonces lame las botas de su Dueño y todo el tiempo se detiene. ya no hay nada más. ese momento es un momento sin tiempo.
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