actualmente el bdsm, el mundo del cuero, es prácticamente el único reducto que le queda a la auténtica masculinidad. parece que sólo aquí se mantienen la estética de los machos, de los hombres de verdad. tal vez sea el cuero, o el porte militar, o la disciplina en la que vivimos. tal vez sólo sea una cuestión de imagen, pero en un mundo donde la mayoría de los varones se depilan y dedican muchísimo tiempo a sus peinados, encontrarse con alguien que no se preocupa tanto por esos aspectos es gratificante.
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