si en algún momento un inferior se olvida de lo que es y de cuál es su sitio, lo más probable es que la vida le ponga por delante a un superior que se lo recuerde. no necesariamente llevará botas, o chupa de cuero, pero la actitud será diferente. y el inferior notará como le tiemblan las piernas en su presencia. si ha hecho un camino de conocimiento interior, interpretará inmediatamente cuál es el origen de su intranquilidad. en la mayoría de los casos, sin embargo, eso no se producirá y se sentirá incómodo en su presencia sin saber por qué. no se puede luchar contra la propia naturaleza, por mucho que lo deseemos o que lo intentemos. el camino de la felicidad está en aceptar que eso es así. la vida no es como debería ser, como nos han contado que es. siempre es otra cosa diferente y podemos luchar contra ella, pero es tremendamente fuerte y poderosa, mucho más que cualquiera de nosotros. es normal, por ello, tener un sentimiento de miedo. sin embargo la aceptación de la que hablamos es suficiente para que el miedo desaparezca y se convierta en paz, tranquilidad y serenidad. pero eso sólo nos lo puede dar un superior, alguien que nos guíe y al que aferrearnos a sus botas, el único lugar donde nos sentiremos seguros.
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