el proceso de entrenamiento de un esclavo es, en cierta medida, un proceso de irte desmontando para luego reconstruirte. en ese proceso aprende a anteponer a su Amo a él mismo, hasta llegar a nos ser sino una prolongación suya. el esclavo aprende a doblegarse, a ceder a la voluntad del Dueño hasta que ya no queda nada de su propia voluntad, ni de su propio deseo, ni de su propia sexualidad, ni de sus propios derechos. puede llegar un momento en que ya no tenga nada propio, porque, al no ser sino una propiedad, al convertirse en una, deja de tener derecho a nada. no hay placer, no hay decisión, sólo obediencia y sumisión. lo extraño es que, con ellas, viene la felicidad.
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