ningún gesto, ningún ritual es tan expresivo en cuanto a sumisión y entrega como lamer las botas de tu Amo. un sumiso que nunca lo haya hecho no es realmente un sumiso. por sí mismo constituye un fetiche para muchos, pero es que para el resto es la mejor forma de mostrar entrega. para la mayoría es suficiente esto para entrar en un pre-subspace. estar a la altura de las botas del Dominante y besarlas rompe de golpe con cualquier atisbo de igualdad en la relación, dejando bien claro que es una relación asimétrica donde uno está arriba y el otro está abajo, y tan abajo, más abajo que las botas que protegen los pies del Amo. junto a este ritual, el de poner el collar alrededor del sumiso debería constituir el inicio de cualquier sesión, de cualquier encuentro, de cualquier relación. no hay mejor forma de comenzar, y tampocoo hay mejor de terminar que llevándote el sabor de las botas de tu Amo.
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