desde que el Dueño metió en la cabeza de 402 el fetichismo por las botas y lo convirtió en un botero obligado a llevar ese tipo de calzado, quedó muy claro que no todas las botas las podría llevar 402. existen botas para Amos y botas propias de esclavos. no siempre la distinción está clara, porque en el caso de 402 depende única y exclusivamente de la Voluntad del Dueño pero parece claro que las botas de la imagen no cuadran en los pies de un inferior como 402. son por tanto botas de Amo, de superior, botas ante las que arrodillarse y lamer, botas que deben estar siempre en el campo de visión de un sumiso, porque los inferiores ni siquiera somos dignos de mirar a un ser superior como nuestros Amos. así es la vida, es el orden natural. vivir acorde con ese orden produce la felicidad.
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