lunes, 25 de julio de 2016

FdD de nuevo con las apariencias


un nuevo ejemplo de que no debemos dejarnos llevar por las apariencias. cualquiera que viera al protagonista de hoy, con la cremallera subida, por ejemplo, lo tomaría por un tío de triunfo, con un audi, buen reloj, buena ropa, un crack sin duda. sin embargo bastaría fijarse en su pene para ver que no es más que un sumiso sometido, sometido a la voluntad del o de la que tenga la llave de su jaula. coche, complementos, trajes.... todo desaparece de golpe ante la imposiblidad de acceder a su masculinidad. este tío no puede conseguir placer. no puede follar. no puede masturbarse. de hecho, según algunos esquemas, ni siquiera es un hombre, porque su masculinidad ha sido eliminada, robada, sustraída.... o mejor dicho, entregada por él mismo. para el resto de la sociedad seguirá siendo un triunfador, pero él sabe en su interior que no es más que un sumiso deseoso de servir y de hacer cualquier cosa por un poco de satisfacción.

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