domingo, 26 de junio de 2016

día 2354 de esclavitud, 326 de castidad

la vida de un esclavo, el recorrer el camino de la sumisión, está lleno de momentos y sensaciones a veces contrapuestas. hay mucho placer, desde luego, pero también mucho dolor, mucha incertidumbre y mucha duda. con el placer parece que no tenemos ningún problema, cuanto más mejor. sin embargo con el resto la cosa cambia. en nuestra sociedad no nos educan ni apoyan para aprender a gestionar el dolor, la incertidumbre y la duda. son cosas que es mejor no abordar. de hecho la gente suele huir de ellas, eliminarlas. cuando en una relación aparece alguna de estas cosas, la mayoría de la gente, sencillamente corta, y recurre a esa manida frase de "se acabó el amor". mentira. sencillamente no queremos afrontar estas cosas que forman parte de la vida, parte constitutiva de la misma. no hay nacimiento sin dolor, ni conocimiento sin duda, si avance sin incertidumbre. si algo podemos aportar desde el bdsm al resto de la sociedad es que se puede vivir con estas cosas, y se puede vivir bien. puedes hacer que el dolor te haga más fuerte, te madure, y te haga crecer en la dirección que tú elijas. del mismo modo, el no saber bien a dónde vas es la mejor forma de evitar fundamentalismos estúpidos, lo que te permite ser más comprensivo y transigente. y por último, la duda permite que estés siempre mejorando, avanzando, aprendiendo y que no des nada por hecho.
justo cuando alguno de estos elementos aparece en la vida, sea la auténtica o la no-vida, te están dando una ocasión para aprender, para mejorar, para crecer. es todo un lujo. una vida exclusivamente de placer es una vida marchita. vivir constantemente en tu zona de confort te empequeñece. a 402 le pasa con los entrenamientos. el dolor del buttplug y de las pinzas es terrible, pero sabe que tiene un fin, endurecerle como el metal en la forja. de hecho el cuerpo de este objeto se ha adaptado tanto al buttplug que en las últimas ocasiones apenas lo ha notado. de eso se trata, de acostumbrarse, entrenarse para vivir, y en nuestro caso, para servir a nuestros Amos y Dueño. como esclavos naturales les debemos eso a Ellos y a nosotros y, si me apuran, al resto de la sociedad.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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