día 2353 de esclavitud, 325 de castidad

en muchas otras ocasiones en este blog, y en mucho post de los que circulan por la red, aparece y ha aparecido el concepto de "romper" a un esclavo. no se refiere por supuesto a infligir un daño irreparable hasta el punto de dejarlo inutilizado o inservible. tampoco se refiere a abusar de él hasta causarle un daño psicológico. el término se utiliza para referirse al momento en el que, en una sesión o en una relación, es sumiso pierde su individualidad y se entrega totalmente al Dominante, al Amo. es un momento mágico, especial para los dos. el sumiso toma conciencia de que ha perdido el control sobre tu entorno, sobre sí mismo, y sobre su interior. el Amo capta que ha adquirido todo ese control y ahora todo está en sus manos. el romper es más parecido a cuando se habla de romper la barrera del sonido. se va tan rápido que se produce un salto cualitativo, hay una explosión pero no es destructiva, sino una forma de ir más rápido, de avanzar más y mejor. el simil es bastante apropiado para aplicarse a este caso. cuando un esclavo se "rompe" ocurre eso, llega hasta un límite que se traspasa y a partir de ese momento todo se vuelve más fácil, más llevadero, mejor.
es una experiencia que se puede repetir a menudo, especialmente si perteneces a un Amo o tienes sesiones con el mismo regularmente, porque hace falta confianza y habilidad para llegar a ese punto. es raro que se produzca en una sesión esporádica o anónima. el objetivo de un objeto es llegar a estar "roto" permanentemente, es decir, que dependas completamente del Amo, cuanto más y más tiempo, mejor. no es el estado ideal para muchos sumisos, y hay que decir que tampoco para muchos Amos, pero es el ideal que buscamos algunos. la cuestión interesante es si se puede mantener este estado de "rotura" en el tiempo, si un objeto subhumano puede sobrevivir sin controlar prácticamente nada de su entorno. 402 conoce algunos casos que se han aproximado bastante a este punto. desde luego en su horizonte está conseguirlo, o mejor dicho, que el Dueño consiga que llegue a él.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.