primero lo despojó de todo quitándole la ropa delante de sus amigos, todos vestidos completamente de cuero, tanto Amos como esclavos. luego el Amo le rapó la cabeza y le afeitó los genitales, también delante de todos. él no levantó la vista de suelo en ningún momento. a continuación le puso la jaula de castidad y la cerró. ahora su sexo le pertenecía. luego le puso la cadena, que cerró con un candado. ahora toda su vida le pertenecía. el esclavo no pudo evitar una pequeña sonrisa de felicidad mientras veía las relucientes botas de su Amo.
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